LA ALEGRIA VIENE POR LA MAÑANA

20/05/2022

DEVOCIONAL DIARIO 

Porque su ira dura sólo un momento, pero su favor dura toda la vida; el llanto puede persistir durante una noche, pero por la mañana estalla la alegría. 

Salmos 30:5 

- En la vida a veces pasamos por momentos difíciles, de tristeza, dolor y sufrimiento. Perdemos cosas importantes: oportunidades, empleo, estudio, trabajo, sueños... Rompemos relaciones, nos alejamos de los que más queremos, entristecemos amigos, perdemos seres queridos... El llanto, la angustia y el duelo parecen no tener fin Pero cree: Dios pone fin a nuestro sufrimiento. Aunque todo diga lo contrario, ten fe: ¡la alegría vendrá! 

- En muchos pasajes bíblicos vemos la gracia de Dios manifestándose en la vida de sus hijos y contigo no será diferente... Los amigos de Daniel fueron arrojados al horno, pero salieron ilesos. Daniel mismo estaba en el foso una noche con leones hambrientos, pero ninguno de ellos le hizo daño. Job perdió a sus hijos, sus posesiones, su salud, pero pudo conocer a Dios más de cerca. ¡El cielo y la tierra sufrieron con la muerte del Salvador, pero al tercer día resucitó! ¡Y hoy, porque Jesús vive, podemos tener verdadera alegría y esperanza!


La alegría llega por la mañana 

- Clama a Dios, estés donde estés y estés como estés (triste, solo, en un lecho de dolor o enfermedad...). Él te escucha y te ve.

- Confía al Señor con tu vida y pide ayuda en estos tiempos difíciles.

- Aun sin fuerzas o sin palabras, derrama tus lágrimas y tu corazón ante el Padre celestial.

- La Palabra de Dios es el alimento que necesitas para ser fortalecido y consolado. Lee, escucha, estudia la Biblia.

- No dejar la comunión con la Iglesia. Reunirse con amigos y hermanos en la fe. Pídeles que oren contigo y caminen contigo.

- Espera pacientemente en el Señor. Si aún te has enfrentado a noches oscuras, ¡cree que llegará un nuevo día de alegría!


A orar: Padre Celestial, creo que el gozo de Ti me fortalece. Aun sintiéndome triste y angustiado, entrego mi vida en Tus manos. Renuévame y haz que todo vuelva a ser nuevo. Te doy mis sueños, planes, mi familia y todo lo que soy. Sé que no estoy solo... ¡Estás conmigo! Ayúdame a depender de Ti y confiar en Tu Palabra. ¡Eres leal! ¡Quédate conmigo ahora y siempre, en el nombre de Jesús! Amén.