PROSPERA EN LA TIERRA DE TU ANGUSTIA!

03/04/2022

DEVOCIONAL DIARIO

 El primer José llamó a Manasés, diciendo: Dios me ha hecho olvidar todo mi sufrimiento y toda la casa de mi padre. Al segundo hijo lo llamó Efraín, diciendo: Dios me ha hecho prosperar en la tierra donde padecí. 

Génesis 41:51-52 

- Tema de películas, series, dibujos animados y libros, es muy conocida la historia de José, el hijo de Jacob que fue gobernador de Egipto. A pesar de ser popular, lo que muchos olvidan es que la historia de José no hubiera sido la misma si no hubiera confiado en el Señor. Ciertamente la vida del "príncipe de Egipto" hubiera sido una gran desgracia sin la presencia del verdadero Dios. Todo el sufrimiento y la agonía le habrían hecho renunciar a todo... 

- El hecho es que aunque fue abandonado por todos, vendido por sus hermanos, traicionado, encarcelado injustamente, olvidado en la cárcel, sabía que Dios nunca lo abandonaría. Cuando José nombró a sus hijos, fue testigo de lo que la bondad y la gracia del Señor hicieron a su favor: pudo olvidar su sufrimiento pasado, no albergar agravios contra su familia y prosperar en la tierra donde sufrió. Atrévete también a confiar en Dios en medio de los problemas. Verás y serás testigo de Sus milagros en tu vida. 


Cree hoy, a pesar de las circunstancias difíciles: 

- Orad, dando gracias por el ejemplo de fe de José, y como él, entregad el control de vuestra vida a Dios. 

- Pídele a Dios que te ayude a perdonar y olvidar todo lo que sufriste en el pasado. 

- Creer implica una confianza plena en Dios, que es bueno y misericordioso. Confía y espera (con paciencia) en Dios, Él no te abandona, aún en las aflicciones. 

- Para creer con todo tu corazón necesitas conocerlo. Procure desarrollar una verdadera amistad con Jesús. 

- No murmures ni pelees con los que te han hecho daño. Perdona y lleva todo a Dios en oración. Él es el juez justo y puede usar esta aflicción para bendecir a muchos. 

- Continúa trabajando y sirviendo a Dios con gratitud, a su tiempo Él te lo pagará. 

A orar: Amado Dios, Tu sabes y conoces la aflicción que he pasado. Sigo creyendo y esperando en el Señor, en Tu milagro. Ayúdame a través de todo esto honrando al Señor, como lo hizo tu siervo José. Enséñame a amar y perdonar a los que me han hecho mal. Bendíceme y hazme prosperar en las dificultades, para que pueda glorificarte y dar testimonio siempre de tu bondad y de tu inmenso amor. En el nombre de Jesús, Amén!