RELOJ!

27/04/2022

DEVOCIONAL DIARIO 


Velad y orad para no caer en tentación. El espíritu está listo, pero la carne es débil. " 

Marcos 14:38 

- Es realmente liberador cuando aprendemos a decir no a la tentación. Jesús dejó una importante advertencia para sus discípulos: ¡velad y orad! ¡El que está al pendiente no pierde el foco! Mire con atención y cuidado, manténgase alerta y tenga cuidado con todos los peligros circundantes. Y la oración nos sirve de arma para atacar y defendernos de este peligro constante. Cuando oramos constantemente, nos mantenemos conectados con Dios, recibiendo fuerza de Él para vencer al maligno y nuestros propios malos deseos. 

- Vigila siempre y examina tu corazón... Conoce tus propias debilidades y busca fortalecerte en Dios. No vale la pena ponerse en situaciones en las que sabe que es probable que se caiga. Sansón experimentó con estos límites, se entregó a sus deseos y adoptó un estilo de vida despreciable. Desafortunadamente, pagó muy caro por esto al convertirse en esclavo de sus enemigos. ¡Pero Jesús puede liberarte! Obedece lo que El dijo para no caer en tentación... 


Aprende a resistir! 

- Cuida tu vida! Fíjate si hay puertas (o huecos) por donde ha entrado la tentación. ¡Cierralos ahora mismo!

- Orar sin cesar! Una vida de oración constante es la clave para resistir y rechazar los malos deseos y pecados. 

- Corta los malos hábitos! Conoces las áreas en las que eres más vulnerable y débil. ¡Huye del pecado!

- Pide a Dios ayuda y sabiduría. Quizás se deban tomar actitudes drásticas (decir no a la corrupción, a los desequilibrios, a los excesos, a las ganancias deshonestas, terminar una relación que te hace daño, bloquear sitios pornográficos, dejar amigos que te inducen a prácticas reprobables, abandonar adicciones, etc.) 

- Hable con alguien maduro en la fe (pastor o discipulador) sobre sus dificultades y luchas en esta área. Pedir ayuda en oración

- Seguir la recomendación de Santiago 4:7: obedecer y someterse a Dios. Resistid al diablo, y huirá de vosotros.


A orar: Señor Dios y Padre Eterno, en el nombre del Señor Jesús ante tu presencia me coloco, muchas gracias por tu palabra, quédate con nosotros en el nombre de Jesús, sabemos que es una batalla cada día ganar, fortalécenos y mantente siempre vigilante y vigilante hasta que él venga, para que seamos vencedores. en nombre de Jesús. Amén.